María José Cabezudo refleja la profundidad de un sector por años postergado y cada día se desafía para lograr la inclusión verdadera. Es un ejemplo de perseverancia y solidaridad.
María José Cabezudo proviene de una familia con gran sensibilidad acerca del tema de la discapacidad. Es licenciada en Ciencias de la Educación de la Universidad Católica. Empezó a trabajar desde los 18 años como maestra de chicos con discapacidad intelectual. Con un grupo de ellos inició el Grupo de Arte Saraki, un espacio de trabajo en el que, a través del arte, fortalecían las capacidades de los jóvenes y donde vieron el potencial de trabajo que había sobre la temática de inclusión.
Ese grupo se fue transformando hasta ser hoy en día la Fundación Saraki; una fundación liderada por María José, que trabaja por la realización de los derechos de las personas con discapacidad y con el fin de lograr su inclusión en todas las dimensiones del desarrollo humano.
¿Qué es lo más lindo de tu trabajo?
Que veo la evolución y crecimiento de cada uno de los jóvenes que vienen a la fundación. Además, todos los días trabajo en lo que me apasiona y en lo que soñé hace más de 22 años.
¿Cuál es el mayor desafío de la Fundación Saraki?
Es lograr avanzar en el cumplimiento de nuestra visión, con el objetivo de llevar la inclusión efectiva a todo el país, logrando una sociedad que valore la diversidad y vea más allá de la discapacidad.
¿Cuál es tu mayor sueño?
Un Paraguay inclusivo, justo y humano en donde se vean materializados oportunidades reales y de calidad para todas las personas con discapacidad.
¿Qué consejos les darías a las mujeres que quieren emprender?
Que siempre tengan en cuenta y valoren la diversidad, ya que en ella hay mucha riqueza. Todos tenemos mucho potencial para hacer lo que nos nace del corazón y hacemos con pasión. El desafío más grande es poder encontrar el equilibrio entre el trabajo y la familia, ambos forman parte muy importante para que una mujer sienta que realmente logró emprender.
¿Cómo ves de acá a 10 años el Paraguay?
Sueño con un Paraguay donde la educación sea inclusiva, ya que la educación es la base fundamental para el acceso a los demás derechos y es el escenario perfecto para ir naturalizando la inclusión. Si nuestro país tiene un sistema educativo inclusivo, lograremos una sociedad más empática, solidaria y justa para todos y todas.
¿Cuál es tu lema de cabecera?
Son dos realmente: “Seamos el cambio que queremos ver en el mundo” y “Nunca decir no puedo”.
Los números de la Fundación Saraki
- El equipo de Saraki es de: 26 personas
- Incluidos laboralmente: 2126 PcD
- Capacitados para el empleo: 1700 PcD
- PcD asesoradas para el inicio de sus emprendimientos: 213
- La fundación trabaja: con más de 70 organizaciones de la sociedad civil de y para personas con discapacidad de 15 diferentes departamentos.
